Contraste entre candidatos
Punto de Vista/Por Filiberto Vargas Rodríguez.
Prefacio.
Ha sido tema de análisis por parte de científicos: esa dificultad que tiene el ser humano para seguir los consejos que ellos mismos les dan a otras personas. *** Eso parece suceder con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, quien le sugiere a la alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez, que “si no puede, renuncie”. *** ¿Por qué no se le ocurrió antes al gobernador? Un ejemplo claro de alguien que no puede ha sido precisamente él, y hasta donde yo sé, nunca ha pasado por su mente (quizá sucedió, pero a nadie se lo contó) renunciar a un cargo para el que -es evidente- no estaba preparado. *** Con un valor que ningún otro servidor público ha mostrado, Rosalba Rodríguez denunció que, al menos en el sur del estado, que es lo que le consta, hay “narcopolítica” y ella misma ha sido hostigada por grupos criminales que quieren apoderarse del gobierno municipal, lo que -alertó- “ya ocurre en otros municipios”. *** La alcaldesa de Acayucan fue entrevistada por el periodista Ciro Gómez Leyva, a quien le explicó la forma en que esos grupos criminales amenazan a los alcaldes: cuando los funcionarios municipales no ceden, un medio de comunicación local los ataca y los acusa de estar involucrados en actividades ilegales; si persisten en su negativa, los ejecutan. *** Rosalba Rodríguez afirma que en Acayucan no están exentos del acoso de los grupos criminales. Recordó que en mayo de 2022 fue asesinado su cuñado, Clemente Condado Escamilla quien estaba al frente del DIF municipal. En junio de 2023 asesinaron a otro de sus cuñados: Ramiro Condado Escamilla. Sobre ambos casos las autoridades no han presentado avances y no han dado con los responsables. *** Pero ¿cómo va a haber solución para ese ambiente de violencia, si el propio gobernador dice no saber nada de eso? *** “No, nosotros pensamos que el municipio está bien. Hemos estado atendiendo todas las situaciones de seguridad”. *** Y todavía se atreve a amenazar: si la alcaldesa no cambia su postura, pedirá que el Congreso intervenga en ese ayuntamiento. Quisiera poder con su gobierno y todavía presume que se puede hacer cargo de ese municipio.
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Aquí se anticipó (aunque, por un gazapo, se puso como fecha de su ratificación “lunes 11”, cuando en realidad era domingo 11 de febrero): Habría reacciones ante el crecimiento orgánico de la versión -surgida, por cierto, desde el interior de su equipo de campaña- de que desde la Ciudad de México se había tomado la decisión de sustituir a Rocío Nahle en la candidatura por el gobierno estatal, por su evidente estancamiento y la retahíla de pifias cometidas durante el período de precampaña y que se hicieron virales.
Aunque sustentada en hechos evidentes, la especie se caía cuando se agregaba que la opción para sustituirle era el precandidato de la primera fórmula al Senado (y ganador de la “encuesta” interna de Morena), Manuel Huerta. Las complicaciones que significaría atender la exigencia de paridad de género hacían inviable esa posibilidad.
Aún así el “borrego” crecía. La gente se quedaba con aquella parte en la que se hablaba de que sería sustituida, pues parecía una decisión lógica, luego del deplorable desempeño de la exsecretaria de Energía.
Había, por otro lado, un sector dentro del cuarto de estrategias de Morena, que insistía en sostener a Rocío Nahle; argumentaban que, así como impactó el rumor de su salida, también estaba penetrando la otra campaña: aquella en la que se hablaba de “más de 30 puntos de ventaja” sobre el candidato del frente opositor.
“Es momento de dejar de reaccionar y asumir la ofensiva -alegaban-: obliguémoslos a debatir sobre las encuestas que le dan a Rocío una amplísima ventaja”.
Pero esa narrativa se desplomó, con el espectacular cierre de la precampaña por parte de Pepe Yunes. Xalapa, Tantoyuca y el puerto de Veracruz dieron muestra del crecimiento exponencial por parte del candidato del frente opositor, blindado con la percepción generalizada de que es “el rival débil que se sobrepone, a pesar de los constantes abusos por parte de su contrincante”.
Dando una muestra de la seguridad con la que avanzó durante la precampaña, Pepe Yunes cerró su actividad proselitista de la misma forma que la inició: con un diálogo abierto ante decenas de comunicadores que le pudieron preguntar cualquier cosa… y a todo respondió.
Esta competencia está marcada por los contrastes: un veracruzano de verdad contra alguien que dice “amar a Veracruz”, pero que demuestra que no lo conoce.
Un candidato accesible, cercano a la gente, que al finalizar cada evento se queda por horas saludando y dialogando con todo aquel que se le acerca, mientras que enfrente está alguien que coloca vallas para marcar su distancia con los ciudadanos, justo de los que está pidiendo el voto.
Un veracruzano que dialoga con la prensa, que no sólo responde a sus preguntas, sino que, en contraparte, les pide su opinión, los escucha con atención y se muestra siempre afable y respetuoso. Del otro lado, una candidata que deja afuera de sus eventos a los medios de comunicación y se mantiene distante, ajena a los cuestionamientos.
El remate en esos contrastes fue el impacto que tuvieron en redes sociales en su último evento masivo. Pepe Yunes el viernes en el puerto de Veracruz, con más de 15 mil personas conectadas a la transmisión en vivo, mientras que, al día siguiente, en Alvarado, la difusión del cierre de Rocío Nahle apenas convocaba a 300 seguidores a través de las redes.
Si a estas alturas alguien todavía cree en esos “30 puntos” de ventaja, es porque tiene un especial interés en que sus fantasías se vuelvan realidad.
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Epílogo.
Un síntoma del crecimiento de Pepe Yunes y, en consecuencia, de la propuesta del frente opositor, es que en las próximas horas se conocerán importantes adiciones a su oferta electoral. *** Liderazgos reales, de indiscutible peso electoral en sus regiones, habrán de sumarse a la propuesta de la coalición “Fuerza y Corazón por Veracruz”. Estén atentos. *** Los abusos de la policía estatal contra la sociedad se multiplican, mientras el gobierno hace caso omiso a las recomendaciones de las Comisiones -Estatal y Nacional- de los Derechos Humanos. No perdamos de vista que serán esos mismos policías los encargados de “vigilar” que las elecciones transcurran en forma pacífica.